Actualmente, la participación e interacción de los individuos es posible a través de las comunidades virtuales. La Web 2.0 le permite a cada persona estar continuamente en contacto con otras en su ámbito social. Bajo estas directrices, un nuevo protagonista encabeza las filas de la revolución de los medios: el prosumer. Consumir información no es suficiente. Producir información es también participar.
No dejes de ver este video para comenzar a entender la figura del prosumer.
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En este contexto, los medios de comunicación pueden ser perjudiciales. Se presume que, con la gran cantidad de información que circula por la Web, el hombre se “encuentra al día”. Pero según el teórico austriaco Paul Lazarsfeld existe un riesgo que él denomina disfunción narcotizante, un fenómeno que deriva de la ilusión que hace creer a la persona que participa en el mundo real, cuando en realidad está participando en un mundo mediático.
Este aluvión de información deforma, narcotiza, pero no estimula. El hombre evita actuar en el mundo actual y se genera un conformismo, a partir del establecimiento del statu quo.
Este aluvión de información deforma, narcotiza, pero no estimula. El hombre evita actuar en el mundo actual y se genera un conformismo, a partir del establecimiento del statu quo.
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