Con la llegada en 2004 de la Web 2.0, las redes sociales se convirtieron en contextos de encuentro entre personas. Estos sitios han ganado su lugar en la Web de una manera vertiginosa al permitir el ingreso de miembros de todo el mundo para formar sociedades en red.
Fue así como la Web se abrió al negocio de aquellos que producen y proveen servicios, pero también de aquellos que producen y proveen información. La Web 2.0 está centrada en la generación de servicios y herramientas para compartir contenidos. Las personas interactúan a través de la coproducción de contextos para construir identidad, generar sentido, orientar creatividad y potenciar conocimientos.
Fue así como la Web se abrió al negocio de aquellos que producen y proveen servicios, pero también de aquellos que producen y proveen información. La Web 2.0 está centrada en la generación de servicios y herramientas para compartir contenidos. Las personas interactúan a través de la coproducción de contextos para construir identidad, generar sentido, orientar creatividad y potenciar conocimientos.
Cortesía de The Economist
Estas “Web sociales” generan espacios dinámicos de interacción, en los que ya no se sólo se consume información, sino que también se produce, se genera, se la pondera y se la discute. En la participación de los usuarios surge el concepto de prosumer, un individuo en el que convergen la producción y el consumo de información. Y es así como se generan más conocimientos, más información, y ante todo, más interacción entre los prosumer, quienes utilizan las herramientas que tienen a su alcance. Es un trabajo de colaboración en equipo más que un trabajo individual.
El siguiente podcast es una entrevista a los investigadores Cristóbal Cobo Romaní y Hugo Pardo Kukilnsky, autores del e-book de acceso gratuito Planeta Web 2.0: inteligencia colectiva o medios Fast Food, en el que explican a la Web 2.0 como un "fenómeno tecno-social".
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